Criterios para la elección de la cerradura en una puerta acorazada

Las puertas acorazadas se conocen por su resistencia superior que permite asegurar la entrada de una propiedad, ayudando así a prevenir robos y entradas forzadas. Este tipo de puertas están compuestas por cerraduras y herrajes que fortalecen las partes vulnerables de la entrada y que mejoran su seguridad. Te contamos a continuación cuáles son los principales criterios para la elección de la cerradura en una puerta acorazada y por qué son importantes.

Los mejores tipos de cerraduras para puertas acorazadas

En el mercado existe una gran diversidad de cerraduras: de sobreponer, embutidas, de europerfil, de gorjas, de uno o doble cierre, con o sin barras, etc. En toda puerta acorazada, la cerradura se incorpora en función de sus características de fabricación, materiales y grado de seguridad que se desee incorporar.

Entre los materiales más utilizados para las cerraduras están el acero, hierro y el latón: el acero es obviamente más robusto, duradero y resiste mejor los intentos de entrada forzada. Dependiendo del nivel de seguridad incorpora un conjunto de burlones distribuidos verticalmente.

Los cilindros de las cerraduras están equipados con dispositivos anti-extracción. En caso de un intento de entrada forzada, el cilindro se rompe de forma controlada para evitar la intrusión. Y los pestillos antirrobo cuentan con dispositivos de bloqueo automático. Todo esto permite aumentar la resistencia de la cerradura para evitar la entrada forzada mediante golpes y percusión.

Por otro lado, cada cerradura viene con una llave única fabricada específicamente para ella. De manera que si pierdes la llave, lo más seguro es que tengas que cambiar toda la cerradura o buscar un cerrajero especializado en cerraduras para puertas acorazadas.

Todas las cerraduras deben pasar por un riguroso proceso de fabricación para certificar su calidad y garantizar un buen funcionamiento. En España y en la Unión Europea, existe un conjunto de normas para verificar la calidad estructural de la puerta y su cerradura, pero cada fabricante determina la construcción de su producto de modo distinto. Por lo que es conveniente solicitar los certificados de la puerta y su cerradura con tu compra.

Criterios para certificar la calidad de la cerradura

La norma que determina la seguridad de una cerradura es la UNE EN 12209 para cerraduras mecánicas, la UNE EN 15685 para cerraduras multipunto y la UNE EN 14846 para cerraduras electromecánicas. Establece un sistema de clasificación para evaluar las cerraduras otorgándoles una puntuación sobre la base de 8, 10 y 9.

En términos generales, cuanto mayor sea la puntuación que obtiene una cerradura bajo pruebas de ensayo, especialmente en parámetros específicos como la resistencia a la entrada forzada, más segura será la cerradura. Entre los parámetros evaluados encontramos:

Categorías de uso (1 para residencial, hasta 2 para oficinas y 3 para edificios públicos y de alto tránsito).
Durabilidad de la cerradura con un número elevado de operaciones.
Masa que soporta la cerradura y la fuerza ejercida para cerrar la puerta.
Resistencia en caso de incendio/humo.
Resistencia a la corrosión y a la temperatura.
Seguridad y resistencia al taladro.
Identificación de llaves por puntos.

La mejor cerradura, entonces, siempre irá en función al tipo de puerta acorazada en la que la instalará, la calidad de la estructura y el nivel de seguridad requerida. Además de cumplir con los estándares de seguridad y garantizar la elección de la cerradura correcta, también se pueden añadir elementos de seguridad adicionales, como escudo antitaladro, sistema antibumping y codificación de llave por puntos.

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