¿Qué material de valla resiste mejor el cambio de clima?

Tabla de contenidos

El cambio de estación y la variación de temperaturas puede afectar el material de tu vallado. Provocando que tu valla se deteriore, se vuelva frágil o se rompa. Aunque cualquier tipo de cerca debe ser revisada periódicamente, algunos materiales son más propensos a sufrir algún daño por el frío o el calor. Te explicamos qué tipo de material de vallas resiste mejor el cambio de clima.

Vallas de madera

Las variaciones de temperatura hacen que la valla madera se expanda y se contraiga. El calor puede secar la madera, haciéndola quebradiza y agrietando su superficie. En países donde el frío del invierno es mucho más intenso, incluso puede llegar a expandir y empujar los postes de madera fuera de sus agujeros, al congelarse el agua de la tierra donde se han fijado.

Aunque en España el frío no es tan fuerte en invierno, las bajas temperaturas, fuertes vientos y constantes lluvias pueden afectar la fibra de la madera, resultando en moho y pudrición. Además de dejar la madera más propensa a la infestación de plagas.

Valla de madera astillada y con manchas de humedad


Vallas de aluminio

Como toda valla metálica, una valla de aluminio suele estar recubierta y a veces tratada con anticorrosivos, lo que la hace resistente a los cambios de clima. Sin embargo, el aluminio es fácil de corroer en presencia de sal. La cual reacciona con la estructura de aluminio y la desgasta con rapidez.

En general, el aluminio ofrece poca resistencia mecánica si lo comparamos con metales como el acero. Y dependiendo de su calidad, las cercas de aluminio pueden ser más propensas a deformarse y doblarse.

Valla de aluminio congelada y oxidada
Vallas de acero

Cuando se habla de resistencia, las vallas de acero son la mejor opción. Estas vallas no son propensas a la absorción de agua. Y si bien el agua puede acumularse en las juntas y alrededor de los accesorios, es muy raro que los problemas de expansión o contracción afecten el metal de la valla.

El acero galvanizado, por ejemplo, se considera el menos propenso a la corrosión u otros elementos destructivos, por eso es ampliamente usado en el mundo de la construcción. Además, las vallas de acero tienen aberturas espaciadas que permiten el paso de vientos fuertes, lo que las hace perfectas para tiempos y lugares ventosos.

Lluvia cayendo en valla de acero

Entonces, desde un punto de vista estructural, las vallas metálicas de un material como el acero se adapta mejor al cambio de estación. Esto se debe a que la estructura molecular del metal no absorbe agua de la misma manera que lo hace la madera. Y puede ser tratado para ser anticorrosivo y resistir los rayos ultravioleta. Por lo que no es vulnerable a la hinchazón, encogimiento o quiebre por la humedad y el sol.

Cuando viene el cambio de estación, es mejor contar con un cerramiento de calidad fabricado con los mejores materiales del mercado. En Securfix consigues todo tipo de vallas y cercados para la protección de tu inmueble en todas las épocas del año. Contáctanos y pide tu presupuesto sin compromisos.