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Seguir comprando¿Cómo comprar una valla metálica de buena calidad?
Hay muchos tipos de vallas metálicas en el mercado. Y cuando estás en el proceso de comprar la mejor valla para tu propiedad, es importante saber cómo buscar, qué pedir y cuáles preguntas hacer para obtener una cerca segura y con calidad garantizada. Sin embargo, no siempre resulta fácil identificar cuándo la calidad de un cerramiento metálico es buena o mala, sobre todo si no se es experto en la materia. Por eso te queremos ayudar a saber cómo comprar una valla metálica de buena calidad. Sigue leyendo.
Conoce el material de la valla metálica
Para obtener una valla que resista el paso del tiempo, querrás asegurarte de que esté fabricada con materiales y componentes de alta calidad. Dos de los materiales metálicos más comunes para la construcción de cerramientos son el acero y el aluminio. Ambas opciones son excelentes para vallas duraderas y de bajo mantenimiento.
El aluminio es un metal relativamente ligero y relativamente económico en comparación con el acero, por lo que el precio de una valla de aluminio debe reflejar una buena calidad-precio, sobre todo en mallas metálicas. El acero es más pesado y resistente que el aluminio de la más alta calidad. Su estructura es robusta, duradera y resistente, pues suele tener un revestimiento galvanizado para que no se oxide en condiciones húmedas.
Si vas a comprar directamente en una tienda física, asegúrate de tocar, mover y balancear el producto para identificar si el material es de buena calidad. El aluminio debe sentirse fuerte y no debe ser endeble o flexionarse tan fácilmente. El acero, por su parte, es sólido y mucho más duro que el aluminio. Y si vas a comprar vallados en una tienda online, revisa en las características el tipo de material y si tiene revestimiento galvanizado.
Mira el espesor del alambre de tu valla metálica
En el caso de las mallas metálicas, es importante considerar no solo el alto y ancho de toda la malla, también es importante verificar la calidad de los alambres que la forman. Específicamente, el grosor o diámetro del alambre te permitirá identificar si es una malla fácil de romper, además de que si tiene una adecuada tolerancia y resistencia a la tracción.
Dependiendo del tipo de malla, el alambre será más o menos grueso para garantizar un mínimo nivel de resistencia. La malla de simple torsión, por ejemplo, puede encontrarse en buena calidad con un espesor mínimo de 2 a 4 mm. Mientras que la malla de triple torsión, tiene alambres de menor grosor, entre 0,7 y 0,9 mm.
La malla electrosoldada es de las que tiene mayor variedad de espesores en el mercado. En los rollos, las medidas más comunes varían de 0,90 mm hasta los 2 mm para uso residencial e industrial, hasta los 4 mm para uso de seguridad. Por su parte, los paneles electrosoldados suelen tener un espesor mínimo de 4 mm. Y en los paneles hércules los alambres suelen tener un mínimo de 4 y 5 mm.
Por otro lado, la malla ganadera generalmente tiene dos grosores diferentes, una en sus alambres verticales y otra en los horizontales. Siendo el rango mínimo más común de 1,90 a 2,50 mm en los verticales y 2,50 a 3 mm en los horizontales. Considera como regla general que mientras mayor sea el grosor, será más difícil de cortar y podrás tener mayor seguridad.
Revestimientos y acabados de la valla metálica
Ya mencionamos anteriormente que el revestimiento galvanizado aumenta la resistencia a la oxidación de tu cercado, pero más allá de eso también es posible comprar una valla de color que haga juego con la decoración del lugar. Los acabados de color en una cerca se consigue de tres maneras: está pintada, recubierta de PVC de color o tiene aplicación electrostática de pintura en polvo.
La pintura debe ser un esmalte metálico especial para exteriores. Esto porque se necesita que sea antioxidante con doble protección; es decir, que evite la corrosión del metal y que repela el agua y las humedades del clima. El recubrimiento en PVC de color es de las opciones más frecuentes en las vallas plastificadas, como por ejemplo, la valla de simple torsión verde y las mallas de jardín.
Finalmente, la aplicación electroestática de pintura polvo es la mejor opción, ya que es la más duradera de todas. El color se aplica a la valla mediante un proceso de cinco pasos que fija el color al metal. Además de darle al metal una capa adicional de protección y durabilidad, también significa que el color no se astilla ni se despega, como puede pasar en las opciones anteriores.
Compra en una tienda especializada en vallas metálicas o cerramientos
Lo más natural es ver buscar opciones en varias tiendas para comparar precios. Pero además de comparar los precios, verifica la seriedad del perfil de la empresa de tu interés. Un vendedor especializado en cerramientos, como Securfix, siempre será la mejor opción, porque te permite resolver posibles dudas con especialistas, que conocen del tema y te pueden brindar soluciones para tus necesidades específicas.
Un vendedor especialista, además, tiene suficiente stock para garantizar un envío rápido y seguro. Y si por mala suerte, tu producto sufre algún desperfecto en alguna de sus piezas durante su transporte o instalación, puedes conseguir lo que necesitas sin tener que sufrir por un largo proceso de espera.
Considera consultar primero los testimonios de clientes reales y las reseñas de Google para ver qué dicen sobre la calidad de sus productos.
La variedad de las vallas metálicas en el mercado no solo se refleja en la forma y los materiales con las que son fabricadas, sino también en los precios y en la calidad final del producto. Una vez que conoces cómo detectar los elementos que hacen una valla metálica de calidad, tu proceso de compra será mucho más sencillo.
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